viernes, 26 de marzo de 2010

Fórmula 1 en Valencia: Un pozo sin fondo


Suma y sigue en el despilfarro del gobierno autonómico. El evento que no iba a costar ni un euro a las arcas públicas, tal y como nos repitieron hasta la saciedad tras cerrar el acuerdo con el propietario de la F-1 Bernie Ecclestone, ha obligado finalmente al Gobierno valenciano a realizar desembolsos millonarios.
¿Cómo es posible? Valmor Sports, la empresa encargada de organizar el Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia, cerró 2009 con unas pérdidas de 12,5 millones de euros. La cifra, a falta de más detalles cuando apruebe de forma definitiva sus cuentas, confirma los malos presagios sobre la rentabilidad de la cita deportiva, especialmente durante el año pasado, cuando acudieron a la carrera 34.000 espectadores menos que en la primera edición. En ese momento la Generalitat Valenciana ya anunció que asumiría los costes de la organización. Aunque no dio más razones, todo apuntaba a que Valmor no podía hacerse cargo ni de los gastos ordinarios de la organización, ni del canon que hay que abonar a Formula One Management, la empresa que tiene los derechos de la competición.
Haciendo un poco de historia recordaremos que Valmor Sports apareció de la nada unos días después de que Francisco Camps y Ecclestone, en plena precampaña electoral de las autonómicas de 2007, anunciaran el acuerdo para celebrar en Valencia una prueba del mundial de Fórmula 1 durante los siete años siguientes. Pese a que toda la negociación se hizo desde la administración, tras el anuncio se escenificó que quien firmaba el contrato era la nueva sociedad.
Cuando la Generalitat Valenciana cerró el acuerdo, el ejecutivo de Francisco Camps, que entonces preparaba su reelección, no dejó de repetir que el evento no le costaría ni un céntimo a los valencianos. La explicación era que, por un lado, los costes de construir el circuito urbano en los alrededores del puerto, se repercutirían posteriormente en las empresas que urbanizaran aquella zona. Por otro, al ser una empresa privada quien firmaba el acuerdo (la susodicha Valmor Sports), era suya la responsabilidad de pagar el canon de 18 millones de euros anuales y de afrontar los gastos (y también los beneficios, de haberlos), de la organización de la carrera.
A día de hoy, ninguna condición de ese supuesto “gratis total” se ha cumplido. Pese a lo complicado que es saber cuánto dinero se ha gastado el Gobierno valenciano en todo lo vinculado a la Fórmula 1, la suma de las distintas adjudicaciones de obras realizadas para adaptar la zona a los bólidos roza los 90 millones de euros. Y la perspectiva de recuperar ese dinero con la urbanización de la zona se antoja remota en estos momentos de crisis.
Con la decisión de asumir implícitamente el contrato de Valmor, la cuenta sube. Sólo el canon ascenderá a 90 millones en los próximos cinco años. La Generalitat se ha negado en las Cortes Valencianas a facilitar datos sobre el contrato con Formula One Management al ser confidencial, con lo que los valencianos nos va a tocar pagar sin saber ni el qué ni cuánto.
En resumen, estamos hablando, hasta el momento, de un gasto conocido de 180 millones de euros, algo que se aleja bastante del “gratis total” que en su día anunció Francisco Camps. Y todo esto mientras nuestra Comunidad está en el furgón de cola en cuanto a la aplicación de la Ley de Dependencia y cerca de 7.000 cuidadores valencianos no profesionales no han cobrado todavía este año la prestación económica que les corresponde por dicha Ley.